Gracias a su entrenador, perdió 45 kilos en un año
«Ahora, subo las escaleras mucho mejor, veo la diferencia en mi día a día», comenta Hubert*, de 54 años. Desde hace un año sigue un programa de deporte y nutrición que le ha permitido perder «unos 45 kg». Ha pasado de 133 a 89 kg, con una altura de 1,80 m. «Aún no he terminado, mi objetivo es llegar a 83 kg. También sé que lo más difícil será mantenerme en el nivel deseado», anticipa el residente de Luxemburgo.
Este resultado espectacular se ha logrado «gracias a cambios importantes en la alimentación», con la eliminación casi total del alcohol y de los «chocolates y dulces». También ha limitado el pan y se conforma con «un tentempié ligero a base de cereales por la mañana», mientras que el arroz y la pasta han sido sustituidos por pescado, verduras y pollo. «Tuve que acostumbrarme, pero se hace».
«Mi tensión ha disminuido»
Ahora, subo las escaleras mucho mejor, veo la diferencia en mi día a día.
De manera paralela, sigue un entrenamiento físico regular con un entrenador, Bastien Miest. «Siempre empiezo yendo a la casa de las personas. Abro la nevera y los armarios para evaluar sus hábitos alimenticios». Y, muy a menudo, encuentra «alimentos que no deberían comer», sonríe. Luego, establece un presupuesto y, sobre todo, un programa alimentario y deportivo. «No debe haber cambios demasiado radicales, si no, la gente no los mantiene».
El objetivo es recuperar una silueta más delgada, pero no solo eso. «Me siento mejor», retoma Hubert, justo después de un ejercicio de musculación. «Mi tensión ha bajado y mis valores sanguíneos también han mejorado», dice. «Lo más difícil tal vez sea seguir prestando atención cuando voy a un restaurante. ¡Pero tengo amigos que no beben alcohol, así que eso ayuda!».
Me siento mejor, retoma Hubert, justo después de un ejercicio de musculación. Mi tensión ha disminuido y mis valores sanguíneos también han mejorado.
Fuente: L’Essentiel, 27 de febrero de 2023
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